La marcha del 28 de septiembre pretende incidir en la legislación para que se despenalice el aborto. Se hace hincapié en que es un problema de salud pública y un tema de derechos humanos.
El día miércoles 28 de septiembre en México y otros países se llevó a cabo una marcha para conmemorar el Día de Acción Global por la Despenalización del aborto. La razón para elegir esta fecha tiene un motivo histórico que se ha tomado en la actualidad como una forma simbólica de reivindicación por la libertad de los derechos reproductivos.
¿Cuál es el origen del #28s?
Todo comenzó el 28 de septiembre de 1871 en Brasil con la declaración de la “Ley de libertad de vientres” la cual consistía en considerar como libres a todos los hijos de las mujeres negras esclavas, con la cual se daba fin a la “esclavitud heredada”. Muchos años después, concretamente en 1990 las mujeres afrobrasileñas tomaron esta fecha histórica como símbolo de la lucha por el derecho al aborto.
28S en la actualidad
A partir de 1990, tras la declaración del 28 de septiembre como el Día de Acción Global por la despenalización del aborto, cada año se llevan a cabo movilizaciones a lo largo de América Latina y el Caribe para reivindicar los derechos sexuales y reproductivos, entre ellos por supuesto la libre elección de interrumpir voluntariamente del embarazo y la exigencia a tener un acceso legal y en condiciones seguras. A lo largo de esta lucha, los colectivos feministas de América Latina han logrado importantes victorias, pero por desgracia, muchos obstáculos también.
Victorias y obstáculos en torno al aborto en Latinoamerica
Algunas de las victorias que los colectivos feministas han logrado con su constante lucha son, por ejemplo, el movimiento Marea Verde, con origen en Argentina, lograron que se despenalizara el aborto hasta las 14 semanas de gestación, dando acceso a mismo en condiciones sanitarias seguras y gratuitas. También tenemos el caso de México, donde la despenalización del aborto es una realidad en 9 estados, entre ellos la capital, Ciudad de México, que desde 2007 ofrece este servicio sanitario de forma legal y gratuita.
Por otro lado, recientemente hemos visto cómo en Estados Unidos se ha derogado la ley Roe vs. Wade la cual protegía el derecho de las mujeres a abortar. Del mismo modo, en estado de Texas se ha prohibido la práctica de abortos a partir de las 6 semanas de gestación, aun si el aborto se solicita por casos de violación, incesto o inviabilidad del embarazo. Esto complica para una mujer tener un acceso justo al aborto, ya que en muchos casos algunas mujeres no se enteran de su embarazo antes de las 6 semanas.
Otro obstáculo que atenta contra la libertad de las mujeres a decidir, son los colectivos llamados “provida” que se oponen al aborto, muchas veces por razones religiosas o “morales”. Algunos de estos grupos acosan e intimidan a las mujeres que acuden a las clínicas para influir en su decisión. Por desgracia, estos grupos han ido aumentado y sus acciones de hostigamiento y engaño siguen vigentes.
El aborto es un asunto de salud pública
A lo largo de estos años de lucha, se ha demostrado que al impedir el acceso a un aborto en condiciones legales y seguras no reduce la tasa de abortos, sino que obliga a las mujeres a buscar alternativas insalubres, clandestinas y peligrosas para su salud e incluso para sus vidas. La OMS estima que aproximadamente se realizan 25 millones de abortos peligrosos al año, convirtiendo esta práctica en la primera causa de muerte materna. Es por esta razón que más allá de un asunto de opinión religiosa o moral, es un asunto de carácter sanitario y público que debería ser tratado como un derecho fundamental para todas las mujeres, y esa es la lucha que incansablemente se lleva a cabo con movimientos feministas como el 28s.
