La sequedad vaginal es un problema que tienen muchas mujeres cuando entran en la etapa de la menopausia. Se calcula que aproximadamente el 40% de mujeres que llegan a la menopausia sufren de sequedad vaginal. Aunque es la causa más común, también puede ocurrir en cualquier etapa de la vida y por diferentes motivos.
El origen de la sequedad vaginal está en un descenso de los niveles hormonales, principalmente de los estrógenos, lo que suele ocurrir en la menopausia. Pero también el embarazo y la lactancia es un periodo donde el nivel de estrógenos puede alterarse de forma puntual.
Otra causa puede ser en mujeres que se someten a ciertos tratamientos o tienen patologías que afectan a los ovarios y pueden producir también sequedad vaginal. Por ejemplo miomas uterinos, tratamientos para el cáncer de mama, quimioterapia, radioterapia, etc. O por causas de problemas de salud mental, como estrés agudo, uso de medicamentos antidepresivos, etc. Incluso por miedo o desinterés hacia el sexo pueden desencadenar reacciones negativas que afecten el proceso de lubricación.
Todas estas causas influyen en los niveles hormonales que van a provocar una disminución de la lubricación de la vagina. Los síntomas más frecuentes de la sequedad vaginal es escozor, irritación o dolor durante el sexo. Lo que para muchas mujeres influye en su libido, afectando negativamente a sus relaciones sexuales
¿Cuál es el tratamiento?
Afortunadamente, la sequedad vaginal suele mejorar con la aplicación de lubricantes o también vaginales no hormonales y de base hídrica, es decir, que sean solubles en agua. Esto es importante porque el empleo de aceites o vaselinas pueden alterar el pH de la mucosa favoreciendo infecciones, por proliferación de organismos patógenos. Y además, estas vaselinas pueden favorecer la rotura del condón.
Existen cremas diferentes según la zona de aplicación, externas para la vulva e internas para la vagina.
A la hora de comprar esos lubricantes es fundamental que tengan un pH neutro y que no contengan ni esencias ni ingredientes químicos que puedan producir irritación del área genital.
En los casos más severos en los que la sequedad vaginal no remite, lo aconsejable es acudir a consulta de ginecología y exponer el problema para que se haga un tratamiento más personalizado según las causas y problemática de la mujer
