Cistitis
Empezamos por el principio:
¿Qué es la cistitis? La cistitis es una inflamación aguda o crónica de la vejiga urinaria debido a una infección, generalmente ocasionada por la alteración de la flora vaginal ya sea bien por frío, humedad u otras cuestiones médicas.
¿Por qué se da principalmente en mujeres?
• Porque mantenemos, por una causa u otra, la humedad.
• Porque por nuestra higiene alteramos la flora natural.
• Porque el ano y la entrada vaginal están muy cerca y es más fácil que las bacterias se desplacen
¿Cuáles son los síntomas de la cistitis?
• Irritación, dolor, escozor y muchas ganas de ir al baño (aunque resulte muy incómodo)
¿Cómo prevenirla?
• Mantén una buena higiene intima. Esto no quiere decir que debamos erradicar cualquier olor/sabor que provenga de los genitales. Las mujeres solo necesitamos agua para mantener una adecuada higiene que cuide nuestra salud. Lavarnos en exceso provoca infecciones, utiliza simplemente algún jabón neutro para lavarte la vulva y sécate bien (no utilices toallitas húmedas)
• Límpiate siempre de adelante hacia atrás, para que las bacterias del ano no entren en contacto con la vagina o la uretra
• En la alimentación: el arándano es el mayor antibiótico natural para la cistitis, bebe mucha agua, no abuses de bebidas estimulantes (café, té, alcohol…)
• En tu día a día: orina frecuentemente y sécate bien, cambia tus braguitas todos los días y procura que éstas proporcionen una buena “ventilación” (no muy ajustadas y de algodón)
Pautas durante las relaciones sexuales y después del sexo:
• Complementos en las relaciones sexuales: utiliza el condón, sobre todo para el sexo anal pero también para evitar enfermedades de transmisión sexual. También el lubricante te ayudará a evitar la irritación.
• Después de una penetración anal con dedos, juguetes o penes evita el contacto con la vagina. Podrían pasar bacterias del ano a la vagina
• Si orinas justo después de una relación sexual nos ayuda a eliminar bacterias, lávate con agua si has mantenido relaciones sin preservativo. Pero evita las duchas vaginales.
¡ y recuerda! En última instancia, acudir al médico-ginecólogo siempre es la mejor opción.
