A las 12 semanas de gestación Aurora de 30 años (seudónimo) recibió el diagnostico que su bebé presentaba malformaciones incompatibles con la vida y no sobreviviría. A pesar de ello le negaron el aborto, obligándola a continuar un embarazo inviable.
Aurora apoyada por dos organizaciones defensoras de los derechos reproductivos, la Colectiva por el derecho a decidir y el Centro de Derechos, han demandado ahora al Estado Costarricense por negarle la solicitud de interrumpir su embarazo y realizarle un aborto terapéutico.
La presidenta de la organización Derecho a Decidir explicó que tras conocer el diagnóstico, la joven luchó para que le aplicaran una interrupción terapéutica del embarazo, pero le fue negada en varias ocasiones. Finalmente Aurora tuvo su bebe a finales de diciembre de 2012 pero el niño sobrevivió apenas una hora después de nacer.
Incluso pocas semanas antes del parto y como último recurso, se recurrió a la Sala Constitucional pidiendo amparo, pero la institución no sólo denegó la petición sino que está no se pronunció hasta febrero de 2013, más de un mes después de haber dado a luz un bebe incompatible con la vida.
En Costa Rica el artículo 121 del Código Penal legaliza el aborto con el fin de “evitar un peligro para la vida o la salud de la madre y éste no haya podido ser evitado por otros medios”. Sin embargo y a pesar de existir un protocolo para estos casos, este no cuenta con el aval de los altos mandos de la Institución responsable de manera que indique al personal médico cómo aplicar las disposiciones legales existentes. Es por esta razón que los profesionales médicos no saben cómo deben proceder en casos como el de Aurora y la consecuencia final es la desprotección absoluta de la mujer ante estas situaciones, así como la vulneración de sus derechos sexuales y reproductivos.
