1. Tener una comunicación abierta y honesta
La comunicación efectiva permite expresar deseos, límites y expectativas, favoreciendo relaciones auténticas y basadas en el consentimiento mutuo. Hablar abiertamente con la pareja mejora la autoestima y fortalece la confianza en la relación.
2. Practicar el cuidado mutuo
Ejercer una sexualidad plena y responsable implica el uso adecuado de métodos anticonceptivos y medidas de prevención de enfermedades de transmisión sexual (ETS). Esto ayuda a evitar embarazos no planeados y protege la salud de ambas personas.
3. Explorar y entender al cuerpo
La autoexploración y el cuidado personal son fundamentales para la salud sexual. Conocer el propio cuerpo no solo ayuda a prevenir infecciones o enfermedades, sino que también permite disfrutar de la sexualidad sin temor ni vergüenza.
4. Decisiones informadas
La información confiable es clave para una sexualidad responsable. Mantenerse actualizado sobre anticonceptivos y salud sexual permite tomar decisiones conscientes y seguras, garantizando el bienestar personal y de la pareja.
5. Eliminar la discriminación sexual
La discriminación por motivos de orientación, identidad o expresión sexual impacta directamente en la salud sexual y mental. Promover un ambiente inclusivo y respetuoso asegura que todas las personas puedan acceder a información y disfrutar de su sexualidad sin miedo a ser juzgadas.










