El 1 de Diciembre es el Día Internacional de Acción contra el SIDA. Se celebró por primera vez en 1988.
En 2016, se diagnosticaron 1.8 millones de nuevos casos de VIH en el mundo, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Ello supone una reducción del 39 % en comparación con los 3 millones anuales en el pico de los años 90. No obstante, la OMS también advierte que las infecciones por VIH aumentan en mayor medida cuando las zonas donde más crece la población no adecuan sus servicios de salud.
En nuestro país, la inequidad en el acceso a los servicios de salud sexual y la falta de un diagnóstico precoz provoca que los fallecimientos por SIDA no hayan descendido tanto como en otros países, manteniendo una tasa similar a la de hace 20 años.
Aún quedan muchos retos pendientes en México para luchar contra esta enfermedad de transmisión sexual, así como para la prevención del VIH.
El informe de la vigilancia epidemiológica en México en la primera mitad de 2017 reportó 3.260 nuevos diagnósticos de VIH y 2.338 de SIDA. Esto se suma al total de personas que ya padecían esta infección y enfermedad de transmisión sexual: más de 144.000. Son datos de Censida y la Dirección General de Epidemiología.
Según Pablo Francisco Belaunzarán, doctor del Instituto Nacional de Ciencias Médicas, se estima que alrededor del 35-40% de personas con VIH y SIDA en nuestro país no saben que están afectadas. Para el investigador esta cifra supondría que cerca de 100.000 casos que no han sido diagnosticados.
Con el diagnóstico oportuno, cualquier paciente puede recibir tratamiento, si bien también se han detectado carencias en el acceso a los servicios de salud.
Hay una enorme diversidad territorial. En Ciudad de México, la tasa de mortalidad tiene una tendencia a la baja. Sin embargo, en Tabasco, esta cifra ha subido. De este modo, el número de defunciones en todo el país por esta causa permanece estable desde 1995 (entre 4.000 y 5.000 fallecimientos al año).
La Secretaría de Salud apunta que los estados con mayor número de casos nuevos de VIH son Tabasco, Campeche, Yucatán y Colima.
Cuando las poblaciones más vulnerables tienen que esperar la prueba del VIH a través de los servicios de salud, esto retrasa el diagnóstico. El Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada ha presentado un proyecto de prueba rápida de bajo costo. Las pruebas rápidas ya se están realizando en muchos lugares del mundo.
Cumplir con el objetivo de diagnosticar al 90% de las personas con VIH supondría poder darles tratamiento antirretroviral. Cuando una persona llega a una carga viral “indetectable” tiene un 97% menos de posibilidades de transmitirla. Además, los nuevos antirretrovirales no requieren tanta cantidad de pastillas y sus efectos secundarios son menores.
Mientras que a principios de siglo solo 685.000 personas con VIH recibían antirretrovirales, en junio de 2017 este tratamiento ya ha sido accesible para casi 21 millones de pacientes.
El reto de crear una vacuna definitiva contra el VIH consiste en atacar los reservorios del virus, que pueden activarse cuando se dejan los fármacos.