
El almacén alberga una enorme cantidad de anticonceptivos: más de 50,000 DIU, casi dos millones de dosis de inyecciones anticonceptivas y más de dos millones de pastillas anticonceptivas. Lo más alarmante es que sus fechas de caducidad se extienden entre 2027 y 2031, pero el gobierno de Donald Trump quiere incinerarlos.
La decisión de destruir los anticonceptivos ha sido calificada de inconcebible e hipócrita por grupos de la sociedad civil.
Es el colmo de la hipocresía que un Gobierno predique la eficiencia y la reducción del despilfarro, para luego destruir suministros que salvan vidas cuando más se necesitan.
El Fondo de Población de las Naciones Unidas han expresado su interés en comprar o redistribuir las reservas. Sin embargo, todas estas ofertas han sido rechazadas por la Administración de Donald Trump.