Aborto en el mundo
Casi la mitad de los abortos que se practican en el mundo son inseguros y la mayoría de ellos se producen en países en desarrollo. Así lo pone de manifiesto el estudio Induced Abortion: Incidente and Trends Worldwide from 1995 to 2008 (Aborto inducido: incidencia y tendencias mundiales de 1995 a 2008) elaborado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y Guttmacher Institute, publicado en la revista The Lancet, entendiendo “aborto inseguro” como un procedimiento practicado por una persona que no cuenta con los conocimientos necesarios o que se realice sin que se respeten unos estándares médicos mínimos.
La investigación revela que la tasa se ha estancado tras un período de notable disminución de los abortos a nivel mundial. Según los resultados de los años estudiados, entre 1995 y 2003 la tasa de abortos disminuyó de 35 a 29 por cada 1.000 mujeres en edad reproductiva (de 15 a 44 años). No obstante, esta tasa permaneció apenas sin cambios en 2008, año en que se registraron 28 abortos por cada millar de mujeres.
Según el estudio, este estancamiento coincide con la desaceleración, tal y como documenta Naciones Unidas, en la utilización de métodos anticonceptivos, principalmente en países en desarrollo.
Gilda Sedgh, principal autora de este análisis e investigadora señor en Guttmacher Institute, explica que “estamos presenciando una creciente proporción de todos los abortos que ocurren en países en desarrollo, donde el procedimiento es con frecuencia clandestino e inseguro”. En su opinión, “sin una mayor inversión en servicios de planificación familiar de calidad, podemos esperar que esta tendencia persista”.
Entre las regiones con mayor índice de abortos se sitúa América Latina (32 por cada 1.000 mujeres en 2008), seguida de África (29 abortos) y Asia (28). En el lado opuesto se sitúan América del Norte y Oceanía que presentan las tasas más bajas con un 19 y un 17, respectivamente.
Por lo que respecta a Europa, la investigación de la OMS revela que Europa Oriental tiene una tasa de aborto casi cuatro veces superior a la de Europa Occidental, principalmente por sus bajos niveles en el uso de anticonceptivos como la píldora y el DIU. De hecho esa región experimentó una brusca disminución en la tasa de aborto de 90 a 44 por cada mil mujeres entre 1995 y 2003, un descenso que se estancó en los últimos cinco años analizados, de 2003 a 2008.
