El estudio “Conocimiento, actitud y práctica de anticoncepción en adolescentes mexicanos” fue presentado por el Centro Latinoamericano Salud y Mujer (CELSAM) apoyado por el laboratorio MSD y el Fondo de Población de las Naciones Unidas en México (UNFPA)
En él se muestran los resultados sobre el conocimiento, uso y práctica de métodos anticonceptivos en las y los jóvenes, además identifica los factores que influyen en la toma de decisiones acerca de su uso, así como los factores de riesgo para el inicio de las relaciones sexuales y embarazo.
Según los datos recabados en el estudio, las y los adolescentes tienen un inicio temprano en su vida sexual, reflejan carencia de conocimientos adecuados sobre salud sexual y anticoncepción, actitudes ambivalentes en el uso de métodos anticonceptivos, así como falsas creencias de los mismos, que provocan un aumento del riesgo de embarazos no planificados o posibles enfermedades de transmisión sexual.
Para este estudio, se entrevistó a 6.585 adolescentes entre los 10 y 19 años, de ciudades de 11 estados de la República Mexicana (Baja California, Sonora, Durango, San Luis Potos, Distrito Federal, Estado de México, Veracruz, Oaxaca, Chiapas, Guerrero y Yucatán). Entre los datos más relevantes se encuentra el inicio de la vida sexual con un promedio de 15 años de edad en ambos sexos, y un porcentaje de 17% para mujeres y 21% para hombres que mantienen una vida sexual activa.
En cuanto al conocimiento de métodos anticonceptivos existe un alto porcentaje de adolescentes, alrededor del 35%, que no recibieron información o que sí la recibieron pero tienen dudas al respecto, sobre planificación familiar y enfermedades de transmisión sexual. Este importante porcentaje se ve reflejado en que más del 25% no sabe cómo utilizarlos.
El 40% afirmó que no ha pensado en utilizar métodos anticonceptivos en su primera relación sexual, cifra muy elevada que alerta sobre la urgencia de mejorar el acceso a la educación sexual en las y los jóvenes. Así el promedio de edad del primer embarazo fue de 16 años.
Es importante no solo el acceso a la educación sexual y reproductiva en las y los adolescentes para evitar embarazos no planificados también es necesario para que puedan ejercer su sexualidad de forma libre, responsable e informada.
De acuerdo con las recomendaciones de CELSAM, la información sobre planificación familiar y salud reproductiva debe iniciarse por lo menos dos años antes de que lleguen a la edad promedio de inicio de las relaciones sexuales (15 años), de preferencia a los 13 años y que sea en forma continua hasta los 17 años aproximadamente.
Las y los adolescentes deben saber lo que es la responsabilidad sexual, deben aprender a cómo controlar su fecundidad y planificar los embarazos. Para ello un garantizar el acceso a servicios de salud sexual y reproductiva es de vital importancia.