El gobierno de Estados Unidos ha presentado recientemente una apelación de última hora a una decisión de un juzgado federal de Nueva York que el pasado mes de abril levantó el límite de edad en el acceso sin receta a la píldora del día después en Estados Unidos.
Este recurso presentado congela el fallo del juez Edward Korman hasta el próximo 28 de mayo, cuya decisión ordenaba a la Administración de Alimentación y Medicamentos de Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés) hacer que la píldora del día después estuviera disponible y sin receta para mujeres de cualquier edad.
Korman ha explicado que la política fue el motivo para que la secretaria de Salud y Servicios Sociales, Kathleen Sebelius, bloqueara en 2011 la venta del anticonceptivo Plan B One-Step y sus similares genéricos a jóvenes menores de 17 años que no tuvieran receta médica.
El juez considera, además que falló en contra del gobierno porque la acción de la secretaria fue “científica injustificada y contraria al precedente de la agencia” y porque no había ningún fundamento para rechazar la solicitud de que el anticonceptivo tuviera una mayor disponibilidad.
¿Cómo es la píldora del día después?
La píldora del día después se dirige a reducir las posibilidades de embarazo tras mantener relaciones sexuales de riesgo. Se administra en una única toma y posee un efecto válido hasta 72 horas después de haber mantenido relaciones sexuales sin protección.
El pasado 1 de mayo la FDA anunciaba que se autorizaba la venta libre de la píldora a jóvenes a partir de 15 años.
Según la agencia de noticias AFP, la FDA aprobó en un principio la venta libre de la píldora del día despúes en EEUU a todas las jóvenes sin importar la edad, “pero debió modificar su decisión tras la demanda de la secretaria de Salud y bajo la presión de los grupos conservadores”, publica la agencia. La FDA fijó por tanto la edad en 17 años a partir de la cual las chicas podían tener acceso libre a la píldora anticonceptiva.
“El problema ahora no es la FDA”, comentó recientemente el magistrado Korman, “echo la culpa a la secretaria de Salud que es la que sigue sin cambiar de opinión, y esperar una vuelta atrás sería por tanto inútil”.