Los gritos de cientos de personas ayudaron a impedir que los legisladores de Texas aprobaran una de las medidas contra el aborto más estrictas en Estados Unidos, al abuchear a los senadores republicanos e impedirles aprobar la iniciativa antes de que se venciera el plazo a la medianoche del martes, según la agencia AP.
El proyecto de ley incluía restricciones que hubieran obligado a cerrar casi todas las clínicas para abortos del estado más poblado de Estados Unidos.
Inicialmente, los republicanos insistieron en que habían comenzado a votar antes de la medianoche y aprobaron la iniciativa a pesar de que los demócratas pasaron gran parte del día tratando de dilatar la votación final.
Pero luego los registros electrónicos oficiales y las impresiones del registro de votación mostraron que la votación tuvo lugar el miércoles, y fueran cambiados para que mostraran el martes, los senadores se reunieron en privado.
Una hora después, el vicegobernador David Dewhurst continuaba insistiendo en que la votación por 19-10 se realizó a tiempo, pero dijo que "con todo el escándalo y el ruido, no podría firmar la iniciativa".
Criticó a los más de 400 manifestantes que protagonizaron lo que ellos mismos llamaron "tácticas dilatorias del pueblo" desde las 11:45 pm hasta pasada la medianoche. Dewhurst negó haber manejado mal el debate.
"No perdí el control (de la Cámara). Tuvimos una multitud revoltosa", dijo Dewhurst.
Indicó que el gobernador Rick Perry podría convocar inmediatamente a otro periodo extraordinario, al decir que "se acabó, fue divertido, pero nos vemos pronto".
La senadora demócrata Wendy Davis se valió de la filibustería para retrasar la votación. La reportera Silvia Rincón informó a Univision que la congresista pasó la mayor parte del día acaparando el podio.
Davis subió al estrado desde las 11:18 de la mañana y bajó hasta casi la media noche, impidiendo así que la ley se aprobara antes de la media noche, con lo cual la propuesta fue frenada.
"Me duele la espalda. No me quedan muchas palabras", dijo Davis al final de la sesión, cuando fue vitoreada por activistas que se quedaron en el Capitolio para verla. "Muestra la determinación y el espíritu de las mujeres texanas".
La iniciativa prohibía los abortos luego de 20 semanas de embarazo y exigía que todos los procedimientos se realizaran en clínicas con capacidad para admitir hospitalizaciones.
Los médicos que realizaren los abortos también tendrían que contar con privilegios de admisión en un hospital ubicado a 48 kilómetros (30 millas) a la redonda.
El requisito de hospitalización habría inhabilitado a 37 de las 42 clínicas ambulatorias para abortos de Texas.