Sólo dos de cada diez mujeres de ingresos bajos y países en desarrollo se hacen la prueba del VIH durante el embarazo, según datos de UNICEF. De hecho en Estados Unidos, por ejemplo, una quinta parte de las personas infectadas desconoce que es portador del virus. Y de los más de dos millones de niños que tienen el virus, la gran mayoría se infectaron durante el embarazo, el parto o la lactancia.
Ante esta realidad, investigadores de los Institutos Nacionales de la Salud de EEUU (NIH por sus siglas en inglés) han realizado un estudio en hospitales de Brasil, Sudáfrica, Argentina y Estados Unidos a 1.684 niños nacidos de mujeres a las que no se les diagnosticó presencia de VIH hasta que dieron a luz.
Además de la zidovudina (ZDV), un medicamento antirretroviral aprobado hace más de dos décadas para personas infectadas por el virus, los científicos han comprobado cómo una combinación de otros fármacos puede incrementar hasta en un 50% las posibilidades de éxito. Se trata de añadir a la zidovudina otros medicamentos como nervirapine (NVP), lamivudine (3TC) o nelfinavir (NFV).
Los resultados se han presentado en la 18ª Conferencia sobre Retrovirus e Infecciones Oportunistas celebrada en Boston (Massachussets). Según las conclusiones, el porcentaje de niños infectados a los tres meses fue del 4,9% de los que habían recibido exclusivamente ZDV; del 2,2% en el caso de aquellos que recibieron zidovudina y nervirapine; y del 2,5% en los que tomaron zidovudina, lamivudine y nelfinavir.
“Estos hallazgos muestran que administrar a los recién nacidos de madres infectadas por el VIH un medicamento antirretroviral al día durante toda la duración de la lactancia materna de forma segura, puede minimizar el riesgo de transmisión del virus por la leche materna, preservando los beneficios de la lactancia prolongada” asegura Anthony S. Fauci, director del National Institute of Allergy and Infectious Diseases (NIAID).
“Para reducir la transmisión del VIH de madre a hijo, lo mejor es el tratamiento antirretroviral durante el embarazo”, señala Heather Watts, médico del área de sida de Eunice Kennedy Shriver National Insitute of Child Health and Human Development (NICHD).
No obstante, cuando el tratamiento durante el embarazo no es posible, “nuestros resultados muestran que añadiendo uno o dos medicamentos a los tratamientos actuales reducen significativamente la posibilidad de transmitir el VIH de madre a hijo”, constata Watts.
Estudian combinar fármacos para reducir el riesgo de transmisión del VIH de madre a hijo
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