Sexo seguro y protegido
La ONG Campaña Nacional para Prevenir el Embarazo Adolescente y No Deseado en Estados Unidos se muestra optimista con la situación entre la población de 13 a 19 años. Según datos comparativos desde 2006 hasta 2010, en menos de cinco años, el embarazo adolescente se redujo en un 40%, y los datos preliminares de 2013 parecen mostrar una reducción del 22% con respecto a la tasa de nacimientos de 2010
En cuanto al número de abortos, señalan que las cifras están disminuyendo de tal manera que se puede llegar a una situación de “casi sin interrupciones”, tras alcanzar el nivel más alto en la década de los 90.
En palabras de Heather Boonstra, de la ONG Instituto Guttmacher, que realiza investigaciones sobre derechos sexuales y reproductivos: “La clave está en el mejor uso de los métodos anticonceptivos. La influencia de la educación sexual en las escuelas es menos evidente, la política de los programas educativos varía mucho de estado en estado.”
La situación en México
Mientras en Estados Unidos se registra una tendencia a la baja, en América Latina parece haber un repunte de los embarazos adolescentes. Así lo apuntaba un informe de la UNFPA (Fondo de la Población de las Naciones Unidas) de 2013.
México ocupa el primer puesto en el ránking mundial en ese sentido, según la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos).
Marcela Suazo, directora para Latinoamérica y el Caribe de la UNFPA, apuntó que el motivo del aumento del número de embarazos en adolescentes en la zona se debe a la desigualdad de género, la discriminación y la falta de acceso a los servicios que provoca la pobreza. Cada año nacen más de 300.000 hijos/as de madres adolescentes.
El Instituto Nacional de Estadísticas y Geografía (Inegi), señaló que en 2012 la cifra había subido al 19,4%, cuando en 1990 los partos de adolescentes suponían el 18%. Se toma este dato porque fue en el 2000 cuando los gobiernos más conservadores subieron al poder.
Diversas organizaciones civiles señalan que la política conservadora de suprimir las campañas sobre educación sexual y declarar como tema tabú los embarazos en adolescentes estuvo claramente detrás de ese repunte.
