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El Tribunal Supremo de EEUU desbloquea la ley de aborto en Texas

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La ley de aborto de Texas ha tenido un recorrido muy conflictivo ya que ha sido recurrida por organizaciones en defensa del derecho a decidir.

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Esta ley tan restrictiva ha tenido un gran rechazo social. En Junio, para que no pudiera votarse, la demócrata Wendy Davis tomó la palabra y estuvo hablando 11 horas sin parar, impidiendo su votación ese día, tal y como estaba prevista. Sin embargo el  Gobernador de Texas, Rick Perry, volvió a presentarla y logró su aprobación en el mes de  Julio.  En octubre, tras la apelación de organizaciones civiles que luchan por el derecho al aborto, un juez paralizó parte de algunas de las medidas que contenía la ley por considerarlas inconstitucional pero de nuevo, una Corte de Apelaciones volvió a darle la razón al Estado y la ley entró en vigor con todo su contenido.

Ahora, es la mitad conservadora del Tribunal Supremo la que ha rechazado la demanda interpuesta por Planned Parenthood y varias clínicas por la que recurría una orden federal que permitía el incumplimiento provisional de esta ley de aborto de Texas. A pesar del fallo del Tribunal Supremo el caso todavía tiene que ser revisado por El Quinto Tribunal de Apelaciones de Nueva Orleans, que lo hará en enero, por lo que la ley seguirá vigente hasta esperar su pronunciamiento.

Es importante señalar que en EEUU el aborto es un derecho constitucional, tras la resolución de 1973 en la que el Alto Tribunal de Estados Unidos sentenció que la interrupción del embarazo debía estar permitida para la mujer por cualquier razón y hasta el momento en que el feto es viable, es decir, sea potencialmente capaz de vivir fuera del útero materno sin ayuda artificial. Aquella resolución además, impedía que el aborto fuera prohibido en los Estados de la nación.

En este sentido, muchas de las leyes sobre aborto en los Estados más conservadores de Estados Unidos lo que hacen, al no poder prohibir el aborto como tal, es legislar para restringir al máximo el acceso al aborto de las mujeres. De esta forma, en la práctica, es mucho más difícil para ellas poder realizarse un aborto. Entre estas restricciones, recogidas en la ley de aborto de Texas, están medidas contra las clínicas de aborto. Exigiéndolas requisitos como, imponerles a los médicos que practiquen un aborto el contar con privilegios de admisión en un hospital a menos de 50Km de distancia, provocando que un tercio de las clínicas texanas hayan tenido que cerrar. Esto supone que muchas mujeres que quieren abortar hayan sido rechazadas en clínicas que han cerrado estos servicios sin que se les haya dado otra alternativa para un derecho que está reconocido constitucionalmente. Tal y como denuncian las organizaciones en pro de los derechos sexuales y reproductivos.

Todas estas legislaciones antiaborto se enfrentan a la mayoría de estadounidenses. Según una encuesta elaborada el pasado enero conjuntamente por el The Wall Street Journal y la NBC News, la mayoría de los y las ciudadanas (un 54%) afirmó que la “interrupción del embarazo debería ser legal en la mayoría de los casos” y más del 70% afirmó que dicha norma “no debería ser modificada”.

 
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