El derecho al aborto es prácticamente nulo en toda América Latina. Los únicos países donde se puede abortar de forma segura y sin limitaciones son Cuba (primero en despenalizar el aborto en 1968), Guyana (en 1995) y Uruguay (lo despenalizó en 2012).
Ciudad de México, hasta la semana 12
El caso de México es más peculiar, ya que el derecho al aborto se regula por estados, siendo Ciudad de México el único que despenalizó el aborto en 2007 y que permite llevar a cabo una interrupción de embarazo de forma libre y con garantías hasta la semana 12 de gestación.
En el resto del país a día de hoy las mujeres pueden sufrir penas de cárcel. Ver más sobre la Ley del Aborto en México.
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Argentina, en plena lucha de las mujeres
Así sucede en casi todo el mapa de América Latina. Argentina es otro de los países donde las mujeres están alzando la voz por lograr el derecho al aborto donde, a pesar de que aún no se han concretado medidas legislativas, sí que se aprecian movimientos hacia el cambio.
De hecho, a finales de febrero volvieron a salir las calles miles de personas con pañuelos verdes para reivindicar la “Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir” como se podía leer en pancartas a favor de una ley para Argentina que legalice la interrupción voluntaria del embarazo, que el Senado rechazó en agosto de 2018. De hecho, las complicaciones del aborto inseguro son una de las principales causas de mortalidad materna en el país, por lo que una Ley del Aborto en Argentina evitaría que las mujeres vayan presas por abortar y pongan por tanto en riesgo sus vidas por utilizar la vía del aborto clandestino e ilegal como una opción para interrumpir su embarazo.
El caso de Centroamérica
En la mayor parte de los países de Centroamérica el aborto es ilegal en todos los casos, es decir, sin excepción, como en Nicaragua, República Dominicana, Honduras, Haití o El Salvador, como indica el Instituto Guttmacher. De hecho en El Salvador, donde el aborto es delito en todas las circunstancias, algunas mujeres que abortan de forma espontánea son acusadas de aborto inducido, lo que las ha llevado a ser procesadas judicialmente y encarceladas.
Por la libertad de decidir de las mujeres
Se necesita un cambio urgente. En los últimos 17 años, sólo cuatro países latinoamericanos cambiaron las causas para poder abortar y el caso de Nicaragua, por ejemplo, es al contrario: cambió sus criterios para prohibirlo completamente. Ante este panorama, no hay duda de que las políticas restrictivas siguen causando daño y provocando riesgos en la salud y vida de mujeres y niñas de prácticamente toda América Latina.
El camino no es sólo la ampliación de las causas por las que un aborto es legal, sino la despenalización total para que las mujeres sean libres de decidir sobre la interrupción de su embarazo y que tengan acceso a servicios de aborto seguro, manteniendo su privacidad y confidencialidad.
