Aborto Legal en México: ¿Por Qué la Legalización es un Tema de Salud y Justicia?

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En México, el debate sobre la legalización de la interrupción del embarazo (ILE) es un tema de profunda complejidad, que abarca discusiones éticas y morales

Sin embargo, al abordar esta conversación desde una perspectiva de salud pública, justicia social y derechos humanos, se hace evidente que la legalización es un paso fundamental para garantizar la dignidad y el bienestar de todas las personas.

Salud y Seguridad Pública

La criminalización del aborto no lo detiene, sino que lo empuja a la clandestinidad, convirtiéndolo en un procedimiento inseguro. En ausencia de un marco legal, las personas recurren a métodos riesgosos y a personal no calificado, lo que a menudo resulta en graves complicaciones médicas, daños permanentes e incluso la muerte.
La legalización, por el contrario, transforma la interrupción del embarazo en un procedimiento médico regulado, seguro y accesible. Al integrarlo en el sistema de salud, se garantiza que sea realizado por profesionales capacitados, en condiciones higiénicas adecuadas y con acceso a la atención de seguimiento necesaria. De esta manera, se reducen drásticamente las tasas de morbilidad y mortalidad materna, salvando miles de vidas que de otro modo se perderían.

Justicia Social y Equidad

La penalización del aborto afecta de manera desproporcionada a las personas más vulnerables. Aquellas con recursos económicos pueden costear procedimientos seguros en clínicas privadas o viajar a lugares donde el aborto es legal. Sin embargo, las personas de bajos ingresos y las que viven en zonas rurales no tienen esta opción y se ven obligadas a arriesgar su vida con procedimientos clandestinos.
La legalización del aborto es un acto de justicia social. Al despenalizarlo y ofrecerlo en el sistema de salud pública, se elimina la brecha de acceso y se asegura que la salud no dependa del estatus social o económico. Con esto, se pone fin a la criminalización de personas que enfrentan embarazos no deseados, brindándoles un camino seguro y sin riesgo de cárcel o estigmatización.

Derechos Humanos y Autonomía




El derecho a la interrupción del embarazo es, en esencia, un derecho humano fundamental. Se trata de la autonomía personal y la capacidad de decidir sobre el propio cuerpo y sobre el futuro. Negar este derecho limita gravemente las oportunidades de vida de una persona, afectando su educación, su carrera profesional y su desarrollo personal.
La legalización no obliga a nadie a tomar una decisión, simplemente garantiza la libertad de elegir. Asegura que cada persona pueda ejercer su autonomía y tomar decisiones informadas sobre su cuerpo y su vida, sin miedo a ser juzgada o castigada. Es un reconocimiento de que cada individuo tiene la capacidad y el derecho de determinar su propio destino.

En resumen, la legalización de la interrupción del embarazo en México es una medida de salud pública que salva vidas, una cuestión de justicia social que promueve la equidad y un acto de respeto a los derechos humanos. No se trata de estar a favor o en contra de un procedimiento, sino de asegurar que todas las personas tengan acceso a servicios de salud seguros y a la libertad de tomar decisiones que impactan directamente su vida y su bienestar.

 
 

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